26 de enero: día de la fiesta de nuestros patronos San Timoteo y San Tito
Timoteo nació en Listra, de padre pagano y madre judía, y al ser bien considerado por los hermanos de Listra y de Iconio, fue elegido por Pablo como compañero de viaje en su segundo viaje misionero. Timoteo fue circuncidado por petición de Pablo para poder predicar entre los judíos y, junto con él, viajó por Asia Menor y llegó a Macedonia. Posteriormente, fue enviado a Tesalónica y luego a Corinto, donde colaboró en la evangelización de la ciudad. Según Eusebio, Timoteo fue el primer obispo de Éfeso y algunas de sus reliquias se encuentran en la catedral de Termoli en Italia.
Por otro lado, Tito de familia griega y pagana, fue convertido por san Pablo en uno de sus viajes apostólicos y se convirtió en uno de sus colaboradores, compañero y hermano en el apostolado. Pablo lo llevó consigo a Jerusalén para el Concilio apostólico durante la controversia en relación al bautismo de los gentiles. En Corinto, Tito logró llevar la paz entre la iglesia y el apóstol, y luego fue enviado nuevamente por Pablo a organizar las colectas para los cristianos de Jerusalén. Finalmente, pasó a ser obispo de Creta.
Pablo escribió dos cartas, una a Timoteo y otra a Tito, y son las únicas cartas a personas en el Nuevo Testamento. Timoteo y Tito son un ejemplo de cómo servir el Evangelio con generosidad, sabiendo que eso también comporta un servicio a la Iglesia misma, según la enseñanza del Papa Benedicto XVI.
Oración a San Tito y a San Timoteo
Dios Padre nuestro, Tú concediste a tus santos obispos, San Timoteo y a San Tito el coraje y la sabiduría de los apóstoles. Que, por medio de su intercesión y de sus oraciones, nos ayuden a vivir vidas santas y nos lleven al cielo, nuestro verdadero hogar. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.